12/7/12

Mi ahijada Johana


Hacía un día primaveral precioso. Johana es mi ahijada tiene 23 años, cuando sucedió los que les voy a contar acababa de cumplir 21. Es la hija de unos amigos a Johana la conozco prácticamente desde que nació, vivimos en la misma calle. Sus padres junto con mi mujer se habían ido de crucero y estarían 15 días fuera, yo no los acompañé porque me suelo marear en los barcos. Johana aunque era toda una mujer era bastante alocada, mis amigos me habían encomendado que mientras estuvieran fuera le echaran ojo, en el buen sentido claro.
Yo decidí irme a pasar estos días al apartamento que tenemos en un pueblo de la costa brava y donde estos amigos también tienen una segunda residencia aunque en otra zona del pueblo. Al comentárselo a Johana ella  también decidió subirse, me dijo si me importaba que durmiera en casa en una de las habitaciones de mis hijos. Yo tengo dos hijos ya mayores que están independizados ambos.
A lo cual accedí gustoso pensando que me haría compañía y no estaría solo sin imaginar lo que iba a suceder.
Johana es una chica rubia, alta, pelo largo, piel muy blanca, cuerpo fuerte, como el de una atleta, pero con unos pechos proporcionados y unas curvas interminables. Lo que más llamaba la atención eran su precioso rostro, sus ojos grandes y azules y unos labios carnosos que quitaban el aliento. Si la belleza fuese mujer, creo que se encarnaría en ella.
Hacia varios días que habíamos llegado y una mañana después de ducharse y ponerse un bonito vestido muy sexi me convenció para que fuéramos a una playa nudista que hay en otro pueblo cercano, al principio me negué pero ante su insistencia y aquella mirada que tenía accedí.
Llegamos a la playa t casi todo el mundo iba totalmente desnudo, Johana no tardo en quedarse como dios la trajo al mundo, yo estaba acostumbrado haberla en top les ya que desde muy jovencita siempre tomaba el sol sin la parte de arriba del bañador, su cuerpo era perfecto, sus senos altivos y turgentes coronados por los pezones rozados y duros como dos garbanzos, su sexo totalmente rasurado y unos labios vaginales rozados, perfectos y uniformes, poco maltratados pensé.
--. Rafa no te quitas el bañador?
Me había llamado Rafa, era la primera vez siempre que se dirigía ami lo hacia como padrino ya que soy el padrino de su bautizo no le di importancia al pensar que lo había hecho debido a que alguien pudiera pensar que era poco serio que se mostrara desnuda junto a su padrino aunque allí nadie se fijaba en nadie y cada uno iba a su bola, nuca mejor dicho, (en bolas).
Johana no dejo de insistir hasta logar que me quitara el bañador cosa que hice con bastante pudor debido a que era la primera vez que lo hacia, no dejaba de pensar si mis amigos me observaran desnudo junto a su hija que iban a pensar. Johana se embadurnó con crema protectora, debido a lo sensible de su piel blanca debía tener cuidado en no quemarse, después de untarse la parte delantera de su cuerpo se puso bocabajo en la toalla y me pidió que le pasara por la espalda y demás partes corporales, mientras la untaba ella me decía que la fregara mas fuerte para que penetrara la crema, había abierto sus piernas para facilitarme la labor sobre sus muslos durante un momento se giro hacia mi y me recrimino si me daba vergüenza tocarla.
Después de untarla a ella también me unte un poco de crema por el pecho, las piernas  y los hombros, cuando iba aguardar el tarro Johana se incorporó, me lo quito de las manos y me pidió que me tumbara bocabajo para que ella me untara, empecé a sentir sus manos masajeando mi espalda y mi cuello, me dijo que abriera un poco las piernas para poder untarme bien, sentía sus manos masajearme los glúteos, sus manos bajaron entre mis muslos, una de sus manos llegó a rozar el ano y el perineo, sentí un latigazo en todo el cuerpo que ella percibió oí su voz casi susurrando al oído, tranquilo relájate y siguió con sus masajes entre mis piernas a ambos lados, cuando deje de sentir sus manos la mire y vi su cara una sonrisa picarona.
El roce de sus manos habían hecho que me sintiera nervioso, pasados unos minutos ella dijo de ir a darnos un chapuzón, me estiro de la mano para ir al agua, mientras caminábamos hacia el agua observe como ella miraba mis atributos masculinos, dentro del agua Johana empezó a jugar intentando hundir mí cabeza dentro del agua rozando su cuerpo contra el mío, sentí sus senos sobre mi espalda varias veces, se sumergía en el agua pasando entre mis piernas bajo el agua, una de las veces al salir de frente sentí como sus pechos rozaron mis genitales, ella se abrazo a mi cuerpo pudiendo sentir la turgencia de sus senos sobre mi desnudo pecho, de nuevo su mirada me puso nervioso al sentir su roce, salimos del agua y al llegar alas tollas me di cuenta que empezaba a sentir el cosquilleo entre mis piernas y que la cosa se empezaba a estirar sin haber pasado desapercibido por su parte, me tumbe bocabajo y pasados unos minutos la cosa se tranquilizo.
Volvimos a la casa y Johana entro en el cuarto de baño saliendo a los pocos minutos secándose el cabello totalmente desnuda, fije la vista en el periódico que estaba ojeando pensando que entraría en la habitación a ponerse algo, Johana a solo unos cm de mi mientras seguía secándose el pelo me dijo.
--. Ya puedes entrar a ducharte.
Entre en la ducha pensando que al salir estaría vestida y de nuevo me equivoqué, Johana permanecía sentada en el sofá ojeando el periódico, la miré y le dije si no se ponía algo, sorprendía por mis palabras.
--. Para que, ya me has visto desnuda.
--. Me gusta estar desnuda, en casa siempre voy así cuando no esta mi padre.
--. Pueden verte los vecinos le recrimine.
Ella no le dio importancia a mis palabras y marcho hacia la cocina a buscar algo para comer. Después de comer me fui a mi habitación a hacer la siesta y no podia evitar dejarle pensar en su cuerpo joven totalmente desnudo, en su sexo, su rajita rasurada y rozada y en los roces de su cuerpo dentro del agua. Eso hacia que tuviera una erección y tener que aliviarme para que se me bajara.
 Estábamos en el salón mirando la televisión, Johana me miró fijamente y volvió a morder la fruta que estaba mordiendo pasando la lengua por sus labios totalmente mojados.
- ¿Quieres que salgamos a cenar los dos solos?
Su mirada era provocativa y a la vez que dulce. Le dije que no tenía nada mejor que hacer y que seria un placer pasear con ella y ser la envidia de los tíos esa noche.
- Si, claro.
Su respuesta sonó como ¿y tu que, no me vas a desear?.
Se cambio de ropa, se puso un vestidito corto de verano que la hacia mas que deseable. Ella eligió el sitio. Me llevó a un restaurante muy íntimo. Estaba en un acantilado donde desde las mesas se podia contemplar el mar. Nuestra mesa estaba al fondo, en un rincón del local. La luz era tenue y la música suave y romántica. La cena transcurrió tranquila, hablamos sobre el viaje que estaban haciendo sus padres, sobre sus estudios, nos bebimos una botella de vino blanco afrutado y nos reímos mucho hasta el postre observando a la gente sobre todo de dos mujeres que estaban en la mesa de al lado como cuchicheaban por lo bajito seguro sobre nosotros.
--. Estarán pensando que soy tu amante.
Me susurro sonriendo rozando mi oreja con sus labios que hizo estremecer mi cuerpo al sentir su contacto.

.En un momento de la charla, volvió acercar sus labios a mi rostro y me dijo de salir a bailar. El local tenia en una de los lados una pequeña pista donde bailaban varias parejas Sus ojos se cerraron y sentí el calor de sus labios junto a los míos casi rozarme. Salimos a bailar, Johana paso sus manos alrededor de mi cuello y sentí su joven cuerpo rozarse con el mío, la música era suave, sentía su cara rozarse con la mía y sin poder evitarlo algo empezó a hincharse entre mis piernas, al notarlo Johana puso sus labios sobre mi oído y me besó, y fue como el choque de dos locomotoras a toda velocidad.
--. Johana por favor no están mirando.
--. Déjalas que miren, son dos solteronas amargadas.
Esa fue su respuesta refiriéndose a las dos mujeres de la mesa junto a la nuestra.
Una de sus manos se escurrió entre los cuerpos hasta llegar al bulto de mis pantalones lo abrazo con su mano mientras me decía al oído.
Es enorme, tía Carmen debe estar mas que satisfecha decía refiriéndose a mi mujer, retire su mano antes que alguien se diera cuenta y ella me miro riéndose.
--. Esto no puede quedar así.
Y volvió a apretar su cara contra la mía y su cuerpo para notar entre sus piernas mi erección.
Sus labios me mordían suavemente la oreja, su aliento en mi cuello, sus dientes me apresaban los óvulos de la oreja, su saliva húmeda los humedecían. Ella empezó a gemir en mi oído, muy despacito y suavemente mientras se restregaba contra mi erección y me excité mucho. Mientras seguíamos bailando ella me iba susurrando al oído.
--. Esta noche quiero ser tuya, que me hagas el amor hasta hacerme desfallecer de gusto con ese trozo de pene que me ha dejado alucinada esta mañana.
--. Vamos a casa, me dijo.
--. Johana eres mi ahijada no podemos hacer eso, que dirían tus padres si se llegaran a enterar.
--. Se lo dirás tú? Me recrimino.
--. Claro que no, pero no esta bien.
Lo que no esta bien es saber que al otro lado de la pared donde duermo hay una polla que necesita que alguien le de placer siguió susurrándome  mientras s levantaba para que nos marcháramos.
Salimos del restaurante y antes se acercó a la mesa de al lado donde estaban las dos mujeres y le dijo algo al oído a una de ellas que no pude oír.
Durante el trayecto hasta el apartamento le pregunte que le había dicho, y ella me contestó.
Le he dicho que tienes una polla de mas de 25 cm y que me la vas a meter a mi toda esta noche, y mas que sonreír se le escapo una carcajada, pensé que lo decía de broma.
Llegamos al apartamento y subíamos en el ascensor. La temperatura fue subiendo hasta tal punto que noté que estaba empalmado. Cuando se rozaba contra mí, sentía como se humedecía el pantalón.
En el ascensor se subió el vestido, y me enseñó lo excitada que estaba.
--. ¿Me vas a follar aquí?
--. Estas loca, tápate, nos pueden pillar.
Me llevo la mano entre sus piernas, la pase bajo su vestido y era cierto sus braguitas estaban totalmente húmedas.
Nada mas entrar en casa se quitó el vestido, no llevaba sujetador, así que pude volver a ver sus pechos preciosos duros y desafiantes, con los dos pezones sonrosados muy marcados. Llevaba unas braguitas blancas que marcaban su  espectacular y bien formado culo. Ella sabía lo buena que estaba y cuanto la deseaba en ese momento y dando vueltas alrededor mío, cogió mi cabeza y la llevó entre sus piernas. Empecé a bajarle la braguita con los dientes aspirando el olor de su calentura. Cada vez que lo intentaba rozaba sus pubis y sentía la suavidad de su piel en mis labios, a ella le gustaba sentir mis labios sobre su piel, me deshice del tanga rompiéndolo de un tiron y de pie como estaba abrí un  poco sus piernas y empecé a pasar la lengua por su húmeda rajita lentamente. Pasaba la lengua desde los labios hasta el clítoris frotándolo con la lengua, volvía a su rajita empujando hacia dentro la punta de la lengua, lo lamia y chupaba hasta llegar a  rozar su ano con la punta de la lengua. Tenía que hacer un gran esfuerzo para no corredme allí mismo sin tan siquiera haber rozado el capullo en su rajita, el espectáculo que aquella diosa me ofrecía era maravilloso.
--. Vamos a la cama me voy a desmayar de gusto.
La lleve en brazos hasta la habitación y la deje suavemente sobre la cama, me quite la camisa i los pantalones quedando desnudo y con la polla tiesa y dura como un mástil que ya miraba con los ojos muy abiertos mordiéndose los labios.
Abrí sus piernas y empecé a lamer su rajita hasta llegar a su clítoris, lo tenía muy hinchado, duro y muy sensible, por lo que se lo rozaba con mucha suavidad. Aquello la hacía enloquecer, y sus gemidos eran continuos y cada vez más fuertes, sentí sus espasmos y se corrió por primera vez, pude sentir en mi boca el sabor de sus fluidos.

--. Sigue, sigue por Dios no pares, cómeme toda entera.
Johana gritaba mientras yo seguía lamiendo e introduciendo la lengua en su rajita, minutos después volvió a tener un nuevo orgasmo. Me dolían los huevos y la polla del calenton, estaba deseando llenar aquella rajita de polla hasta el fondo, pero debia esperar aun necesitaba excitarla aun mas le empecé a meter un dedo en su rajita y otro por el culo mientras seguía lamiéndola.
- Ummm que bueno síííí si, me gusta, sigue, sigue comiéndome.
- Fóllame, fóllame ya lléname con tu gran pene, métemelo todo.
Gritaba entre jadeos y gemidos, yo quería prolongar al máximo su placer. Empecé a besarle los pechos a la vez que con una mano le restregaba el pene por la entrada de su rajita mojada. Acerqué y presione con la punta del capullo en su ano, ella protestó al sentirla.
--. Nooo no por el culo no que soy virgen aun, métela por aquí muy despacio.
No era mi intención metérsela por el culo ese día, solo pretendía excitarla, ella con una de sus manos intentaba poner el pene a la entrada de su mojada rajita
--. Hazlo ya por favor. Sólo tienes que empujar, métemela ya.
--. Adlo despacio que es muy grande, nunca nadie me ha follado con una polla tan grande.
--.Me muero de ganas de sentirla toda dentro.
--.No me martirices mas por fa, follame padrino follameeee.
Seguía suplicando. Puse mi pene en su entrada y ella me ayudó a encajarlo empujando suavemente hasta que algo lo frenaba, Johana no era virgen según me había contado, le di un fuerte empujón y Johana gritó,
--. Para paraaaaa.
--. Me duele, me duele.
 Poco a poco se la fui metiendo, mientras ella gritaba en cada arremetida. Ya toda dentro hasta el último milímetro empezamos a movernos despacito y a los pocos minutos ella volvió a correrse y me suplicaba que la follase más fuerte.
Pase mis manos bajo sus nalgas y le abrí las piernas lo mas que podia, se la sacaba dejando solo el capullo dentro y metía la polla de un solo empujón hasta el fondo. Ella gritaba y ahora no de dolor al sentir cada embestida. Estaba tan excitado que no me podía controlar. Mi respiración empezó a acelerarse, sentía un placer como nunca lo había sentido, claro que nunca me había follado una cosita tan exquisita y joven como Johana. Al ver Johana la expresión de mi rostro me apretaba el pene contrayendo las paredes de su rajita. Era como si tuviese una mano dentro de su sexo que me estrujaba la polla. Apretaba con tanta fuerza, ahhhhhhhh, qué sensación. Empezamos a movernos los dos como locos, no podía aguantar más y se lo dije.
--. Johana tengo que sacarla me voy a correr.
 Ella empezó casi a gritar.
--. Noooo, nooooo, no la saques córrete dentro, córrete ya al tiempo que se convulsionaba como una poseída.
--. Si me la sacas te mato, te matoooooo.
Con ronquido fuerte y un apretón como si quisiera atravesarla con mi espada, ahhgggggggggggg, me corrí, Johana al sentir el chorro de leche caliente también gritó.
--. Por Diossssss que esto me quema me abraza las entrañas, dame mas dame mass, quiero mas masssss masss mass.
Ella al sentir como la inundaba de leche caliente también se corrió, gritando.
--. Lléname, lléname toda, échamela toda, toda para mi.
Y moviendo sus caderas de abajo a arriba como un látigo. Tan violento fue una de sus sacudidas  que me hizo salir de ella hacia delante de la cama, y caí al suelo al estar al borde de espaldas al lado de la cama. Se hizo el silencio, yo me quede quieto en el suelo aturdido no por el golpe sino por la corrida que me había pegado, giré mi cabeza en dirección a la cama. Ella asustada, se había incorporado para ver si me había pasado algo. Cuando las respiraciones habían vuelto a la casi normalidad nos dio un ataque de risa. No paramos de reírnos al recordarlo. Johana esa noche quedo un poco adolorida pero al día siguiente ya estaba pidiendo mas, como no habíamos tomado precauciones al día siguiente la acompañe al ambulatorio a que le dieran la pastilla del día después y de paso compramos una caja de preservativos para poder seguir follando los días siguientes.
Días después la pastilla le provoco la menstruación y tuvimos que dejar de follar aunque ella me aliviaba haciéndome unas mamadas impresionantes.
Eso sucedió el verano pasado, Johana empezó a tomar la píldora al mes siguiente y ahora nos vemos una vez por semana para desfogarnos. Días atrás me comentó que ya estaba preparada para perder la virginidad de su culete, pero eso es otra historia que puede algún día os la cuente.

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