30/6/10

LA DOCTORA FINAL




Mientras nos duchábamos, volvió a masajear mi pene para que volviera a reaccionar pero lo tenía tan adolorido e irritado que hasta el roce de sus labios me dolía, le propuse dejarlo para otro día.
Desnudos, solo con una toalla anudada a la cintura nos echamos de nuevo en la cama y nos quedamos dormidos.
Eran las dos pasadas cuando sonó el teléfono de la habitación, como estaba en su lado fue Olga la que contestó, era su amiga que estaba en el comedor esperando que bajáramos para comer.
Nos vestimos y bajamos. La sonrisa cómplice de la rubia lo decía todo, no hacían falta palabras, Rubens hacia cara de cansado, supongo que igual que yo.
Después de comer paseamos un rato por la playa abrazados antes de volver a Blanes.
Abrazados en el asiento de atrás del coche nos dimos los últimos besos.
Nos vimos otras veces, más besos, más noches de sexo.
Pero eso os lo contaré otro día en otro relato.
Dedicado a mi doctora mas sexi, la que me echó uno de los mejores polvos de mi vida

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