SEGUNDA PARTE
Habían pasados dos semanas de nuestro
primer encuentro y julia cada tarde me esperaba en su Messenger por mas que yo
insista en volver avernos ella siempre buscaba una excusa para negarse a mis
requerimientos que no eran otros que volver a taladra su estrecho coño con mi
broca, la deseaba como hacia tiempo no deseaba a ninguna mujer, quizás por su
inocencia, era virgen en las relaciones de sexo, nuca hasta ese día había
conocido el placer sexual y eso me Atria mucho a parte de disfrutar de esa
inocencia. Al principio alegaba estar muy adolorida de nuestro primer encuentro
y me decía que le había dejado el coño destrozado, una tarde lea presione
diciéndole que si no deseaba que nos volviéramos a ver me lo dijera y dejaría
de insistir y olvidarme de ella, esto causo efecto y a los dos días recibí un
correo en el que me decía que no quería de me olvidara de ella porque ella no
dejaba de pensar en mi y del placer que había sentido por primera ver pero que
tenia miedo de que su marido descubriera lo nuestro y que desde la tarde que
estuvimos juntos ya no deseaba hacerlo con su marido y no sabia que excusa
poner para no hacerlo y que su marido estaba mosqueado, me confesó que el
próximo fin de semana su marido estaría fuera por motivos de negocios y que su
hijo se iba con sus abuelos paternos a una ciudad a 120 Km . por lo que ella
estaría sola y podrimos vernos esa tarde, esa noticia me alegro y intentaba
buscar la manera de convencerla para poder pasar la noche entera juntos, al
principio se negaba diciendo que su marido podría llamarla , aunque nunca lo
hacia, finalmente encontré una solución aunque tampoco ella se sentía segura,
la solución, era hacer desvío de llamada hacia mi teléfono, ella podría hablar
con el sin que se enterara desde donde contestaba. Me costo mucho convencerla
pero al final lo logre y ese sábado le explique como debia hacerlo para desviar
la llamada y a las cuatro Julia estaba en mi casa.
Al llegar nos besamos efusivamente y
mientras apretaba su culo hacia mi cuerpo le susurre al oído.
- Cariño tenemos toda la tarde y la noche para hartarnos de follar.
Le dije, acercando su cuerpo al mío y
besándole los pechos mientras con las manos seguía apretando su hermoso culo.
Su cara de sorpresa hizo que le
dijese:
- ¿Nunca te han follado varias veces seguidas?
- Nooo.
Me respondió, mientras yo seguía tocándole
el culo con mis dedos bajo su prenda intima.
- Pues hoy será la primera vez, prometo dejarte exhausta a polvos.
- Jajaja, siii, ¿cuantos me vas a echar?
- Hasta que me quede sin piel en la polla.
- Estás tan buena, y eres tan hermosa.
Le dije, esta vez pellizcándole uno
de sus pechos.
- Ven vamos a la cama tengo unos deseos locos de volver a hacerte mía.
Abrazados y besándonos entramos en la
habitación, la desnude muy despacio
antes de echarnos sobre la cama, ya tumbados comenzamos a acariciarnos
mutuamente.
Le acariciaba un pecho con la mano y
a la vez le mordisqueaba y le chupaba el otro, le agarraba el culo y le decía
al oído.
- Qué buena estás Julia!
- Nunca me voy a cansar de follarte.
Ella al oír mis palabras gemía y me decía
si cielo fóllame, fóllame como la otra tarde, mientras ella jugueteaba con los
pelos de mi pecho, acompañe una de sus manos entre mis piernas para que notara
la rigidez de mi pene.
- Santo dios que cosa más grande, parece que aya crecido más.
- Me vas a destrozar el
chocho con esta cosa tan gordota.
Mientras me hablaba le daba apretones
al pene y los testículos, No se atrevía a mirarlo pero su excitación venció al
pudor y cambio de posición para poder mirar con detenimiento con detenimiento
el trozo de carne que tanto placer le había dado en nuestro primer encuentro.
- Es enorme y que dura esta.
Me decía mientras sonreía.
- Chupamela Julia.
- Tengo unas ganas locas de sentir tus labios.
- Siii, No se como hacerlo José, ya sabes que no lo he hecho nunca
¿Me dirás como hacerlo?
Le di cuatro indicaciones y comenzó a
lamer el pene y los testículos y de vez en cuando le daba besitos al glande.
Cada vez el pene se hacía más grande y más duro y casi no le cabía el capullo
en la boca. Ella se esforzaba y seguía chupando mirándome. El pene no podia
estar mas duro, No fue la mejor chupada que me habían hecho pero solo de mirar
el esfuerzo que hacia para mantener el glande en su boca me excitaba, no quería
corredme en su boca aun, ya habría tiempo en toda la noche, le dije que se
pusiera encima. Se sentó a caballo sobre mis piernas, con una mano puso el pene
en la entrada de su raja, con los ojos cerrados se lo fue introduciendo
lentamente con algún gesto de dolor mientras suspiraba hasta sentirla toda
dentro, la levantaba por las caderas y volvía a bajarla hasta sentir como los
testículos se aplastaban sobre su sexo, masajeaba sus pechos mientras le decía mirándola:
- ¡Qué buena estás Julia y que caliente es tu coño!
- Sigue moviéndote.
La enseñe a cabalgar sobre mi pene
haciendo que se moviera y la sintiera toda dentro, entraba y salía lentamente de su estrecha
rajita, sentía su raja completamente llena. Le agarraba las tetas y las caderas
y le decía cosas al oído que la excitaban.
Me hubiera gustado ver mi pene como subía
y bajaba metiéndosela hasta los huevos en su estrecha rajita. De vez en cuando
dejaba de moverse apretándose para que la penetración fuera aun mas profunda,
ella suspiraba y se mordía los labios, veía su carita roja de placer mientras
los orgasmos le venían uno tras otro sentía las paredes de su coño apretadas al
pene estrujándolo mientras me decía lo llena que se sentía.
Así estuvimos un buen rato, hasta que
le dije:
- Ahora vamos a follar de verdad.
La agarre con las
dos manos, la levante y le di la vuelta dejándola de espaldas en la cama, me
coloque entre sus piernas, me iba a poner el preservativo y ella me dijo que no
era necesario, que estaba tomando la píldora. Se la metí de un empujón, esta
vez con fuerza hasta el fondo.
Julia de su garganta se escapó un fuerte
quejido de dolor clavándome sus uñas en la espalda hasta hacerme sangre
mientras yo salía y entraba hasta el fondo en su estrecha raja.
Comencé a bombear con fuerza cada vez
mas rápido oyendo sus gemidos y como suspiraba y soplaba al recibir mis
apretones.
Julia gritaba,
- Ya yaa yaaa ahhhhh ahhhh.
- Córrete, corretee dentro.
Los dos explotamos a la vez descargue
borbotones de semen en su interior, cada vez que sentía uno ella gemía mas
fuerte casi gritando clavando sus uñas en mis brazos y arañando mi pecho hasta quedar desploma inmóvil respirando agitadamente faltándole
el aire.
- Dios Dios, diosss que placer, que gustazo es follar contigo.
- Que polla más gorda y larga tienes, me llega al fondo y cuanto
me gusta sentirla.
- Yo no sabia que follar diera tanto gusto.
- Madre mía casi me meo de gusto.
Me susurraba al oído con los ojos
cerrados, como avergonzada de lo que me estaba confesando.
Yo le decía que no se avergonzara de sentir
y disfrutar, que se dejara llevar, que no reprimiera sus deseos, solo debia concentrase y disfrutar.
Apoyado en mis manos flexione mi
cuerpo para que no sintiera mi peso, comencé a moverme lentamente con
movimientos lentos y suaves de arriba abajo y haciendo círculos con mis riñones
sobre su cuerpo, mi polla se mantenía dura como al principio aun después de
haberme corrido.
- Para paraaaa.
- ¿Por qué no te gusta así?
Le pregunté.
- Sí, si mucho, pero sino paras me
voy a mear de gusto, la siento toda dentro hasta el fondo.
- Quédate así quieto sin moverte.
Sentía las palpitaciones de su sexo
como si fuera un corazón, apretando y aflojando mi pene.
Me decía con frases entrecortadas que
nunca hubiera imaginado que fuese capaz de decir las cosas que me estaba
diciendo, yo me mantenía apretado dentro de ella mientras nos decíamos palabras
excitantes al oído.
- ¿José te gusta follar conmigo?
Me preguntó.
- Siii, mucho tu coño es muy estrechito
y muy caliente, me gustas mas que todas las mujeres con las que he estado.
No era del todo cierto ya que a mis
años había estado con algunas mujeres mas calientes y viciosas que ella pero su
timidez y poco saber en las artes amatorias me hacían desearla mucho.
Pasados unos minutos su respiración volvió
a la normalidad y comencé a moverme dentro de ella solo con movimientos de
riñones, estábamos de lado para no aplastarla con mi peso, nos mirábamos y nos acariciábamos,
su carita tenia un color rojizo y sus ojos vidriosos del placer sentido.
Cuando no hablábamos oía el ruido que
hacían nuestros sexos encontrándose al entrar y salir debido a la cantidad de
semen depositado en su interior.
Julia no se cansaba.
Sentía como le llegada un nuevo orgasmo, gemía, se retorcía bajo mi cuerpo y no
dejaba de decir lo gorda que sentía mi polla y lo adentro que le llegaba.
- José. Fóllame más fuerte.
- Ponte encima y fóllame otra vez como antes, quiero sentir como
te corres de nuevo, como me llenas de leche caliente.
Jadeaba y gritaba mientras suspiraba
y soplaba cada vez más fuerte, hasta ese momento no lo había oído decir esas
cosas, notaba como mientras las decía su cuerpo se convulsionaba buscando un
nuevo orgasmo. El orgasmo le llegó esta vez antes que a mí, se retorcía de
placer, gemía, sollozaba, comencé a
follarla con fuerza, al tiempo que le decía:
- ¡Te voy a romper el coño!
Rómpemelo respondía ella gritando.
- ¡Toma polla!, trágatela toda.
- ¡Córrete José, córrete, corretee, lléname otra vez!
Gritaba sin dejar de moverse arañándome
el culo con sus manos.
- ¡Estás tan buena! Julia, esta tan bueno y tan caliente tu coño.
- Toma, toma polla y toma leche caliente.
No sé cuánto tiempo duró esto,
recuerdo que antes que me volviera a correr ella tuvo varios orgasmos mas
seguidos, no sabría decir cuántos llevaba porque los orgasmos eran seguidos, su vagina se convulsionaba sin parar
y su cuerpo temblaba yo seguía follándola con fuerza, mientras ella apretaba al
máximo contra mi cuerpo con sus manos clavadas en el colchón esperando mi
descarga.
Me corrí, dándole cuatro o cinco
embestidas fuertes, acompañadas de bufidos y ronquidos hasta quedar jadeante
quieto sobre su cuerpo.
Quedamos abrazados en silencio
respirando agitadamente. Su vagina palpitaba, sentía como me estrujaba el pene
intentando sacarle todo el jugo.
Pasados unos minutos me susurro al oído
que necesitaba ir al baño.
- Sino lo hago me voy a mear aquí mismo.
Me dijo mientras yo permanecía encima
de ella con los ojos cerrados, agotado descargando las ultimas gotas de semen
en su interior.
Al sacarla, miré su coño y le dije:
- Que coñito mas hermoso tienes
Julia, me vuelve loco, te seguiría follando todo el tiempo.
Antes de entrar al baño se dio la vuelta
para regalarme una sonrisa, vi como el semen le baja por los muslos. Entro en
el baño y después de tirar de la cadena oí el ruido del agua de la ducha, a los
pocos minutos salio, toda fresquita, caminaba con una mano entre sus piernas
sonriendo.
- Me lo has destrozado, me has hecho
sangre, me escuece.
Mientras caminaba hacia la cama le
dije.
- Si te viese tu marido jajaja.
- Le daría un infarto jajá jajá.
Al sentir la frescura de su cuerpo
contra el mío la abrace y nos besamos apasionadamente mirándonos a los ojos
Nos reímos, mientras me decía bajito acariciándome cariñosamente.
- Quiero chupártela, comértela.
- ¿Me dejas?
Si cielo conteste, pero antes me voy
a dar una ducha yo también, estoy sudado.
Cuando salí de la ducha eran pasadas
las nueve, le propuse reponer fuerzas antes de seguir a lo que ella picándome
un ojo me dijo pero de postre ya sabes lo que deseo.
Nos reímos ella se puso mi camisa y
fuimos a la cocina y entre bromas preparamos la cena, cenamos con un buen vino
y después de tomar el café en el sofá. Abrazados y acurrucados con carita de
niña viciosa me susurro.
- Ahora quiero mi postre.
- Quieres un plátano de postre?
- Siii, este plátano.
Con su mano me agarro el pene y
masajeo mis testículos, comenzó a pasajera mi pene que empezaba a cobrar vida
aumentando su grosor. Se bajo del sofá quedando de rodillas a mis pies, abrí
las piernas para facilitarle la labor. Me dijo sin dejar de acariciarme que
quería que me corriera en su boca pero que le avisara cuando lo fuera a hacer, comenzó
besarla y darle besitos tímidos antes de introducirse el glande en la boca. Yo
le decía cómo debía hacerlo:
- Haz lo que te apetezca, lámela, bésala, chupala, disfruta tú y
yo disfrutaré también
- Siempre despacio y no cambies el ritmo.
- Cuando empiece a corredme, sujeta la polla con una mano para que no se salga masajeada al mismo ritmo como si me hicieras una paja, con la otra me
acaricias los huevos y sigue chupándola hasta que termine de salir toda la
leche.
- Cuando termine de corredme,
lámela hasta dejarla limpia de semen.
Siguió mis indicaciones y me corrí en menos de tres minutos. Ella se
percató de que estaba a punto de corredme y espero la llegada del semen. El primer
chorro llegó con fuerza hasta la garganta, su boca se llenó de semen que le
salía por las comisuras de los labios, enseguida llegó el siguiente chorro y se
apresuró a tragarse el semen que tenía en la boca, después llegaron tres o
cuatro chorros más, ya con menos fuerza que también se tragó. Tal como yo le
había dicho, dejó la polla dentro de su boca.
Yo me había quedado transpuesto
retrepado sobre el sofá con los ojos cerrados disfrutando de la mamada, mi
polla todavía seguía estando dura y palpitaba con fuerza dentro de su boca. Un
par de minutos después ya repuesto de la corrida le dije:
- Lo has hecho muy bien, ¿te ha gustado hacerlo?
- Sí, mucho, ha sido fantástico.
- Te gusta el sabor del semen?
- Bueno, no esta mal, sabe como a lejía.
Decía sonriendo mientras seguía
masajeando el pene que aun se mantenía duro
- Pues ya sabes cómo se la tienes que chupar a tu marido.
- Siii, y una mierda, que se la chupe su madre.
- Si se la chupase así, le daría un infarto.
-La única polla que pienso chupar es la tuya.
Nos reímos un buen rato y después nos
levantamos y fuimos a la cocina en busca de bebida, pues estábamos sedientos
los dos.
Hablamos y hablamos de sexo. Ella me decía
que nunca había hablado de sexo con nadie como lo hacia conmigo, tanto y con
tanta claridad. Me dijo que yo le había hecho descubrir el placer del sexo y
que no sabía qué haría cuando se acabase nuestra relación.
Le dije que ya encontraría otro
amante, ella me contesto que no lo haría además de ser difícil encontrar a
alguien con una polla tan grande y que supiera usarla también como lo hacia yo.
Nos reímos.
Después de la mamada descansamos un
buen rato mirando la televisión y volvimos a la habitación donde volvimos a
follar hasta la madrugada. Tuvo múltiples orgasmos, el placer era tan intenso,
tan fuerte que sollozaba y gritaba hasta lloraba de placer. Una de esas veces
julia no se pudo contener por el placer y se le escapo un poco el pipi,
mientras se corría.
Cuando el cansancio nos venció caímos
en los brazos de Morfeo.
Desperté pasadas las once y media de
la mañana, ella no estaba a mi lado, oí el agua de la ducha correr, Julia se
estaba duchando, unos minutos después salio del baño vestida para marcharse, al
verme despierto levanto su mirada y sus ojos estaban vidriosos y tristes, me
levanté y la abrace, le dije que me daba una ducha y la acompañaba a desayunar
a una cafetería que había cerca, ella se negó con la cabeza ya que no le salían
las palabras, con palabras entrecortadas
me dijo que se tenia que ir que ya hablaríamos por el Messenger
Varios días después coincidimos y me
confeso que no íbamos a vernos mas, le pedí explicaciones pero no me las quiso
dar, Unos mese después recibí un correo suyo.
De: ¿?????????????
Enviado: ¿?????????
Para: ¿????????????
Hola José, antes de todo quiero pedirte perdón,
perdón por no haberte dado una explicación aquel día en el Messenger. No podia
hacerlo, ese día no podia hacerlo ya que si sigo un minuto mas hablando contigo
hubiera corrido a tu lado dejándolo todo.
Supondrás el porque. Si, me enamore de ti, de tu
dulzura, de cómo me trataste, y de todas las cosas que me diste que nunca había
conocido, pero también sabía que tú no sentías por mí lo mismo que yo sentía
por t.
No quiero que te sientas mal. Tuno eres culpable de
nada, fui yo tonta de mí que me enamore de ti como una colegiala. No voy a
mentirte diciéndote que ya no siento nada por ti, sigo pensándote cada día,
cada noche y me duermo cada noche recordando esa noche que pasamos juntos, la
mejor noche de mi vida y que nunca nadie podrá igualar.
Te deseo todo lo mejor, te pido por favor que no me
busques, que no hagas nada por comunicarte conmigo, déjame vivir este recuerdo
tan bonito.
Gracias por todo lo que me diste.
Siempre te llevare en mi corazón.
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